Barcelona-Real Madrid en riesgo de ser saboteado.

El clásico Barcelona-Real Madrid, pospuesto el 26 de octubre pasado y programado para el miércoles 18 de diciembre, está en riesgo ser saboteado, según lo aseguró el diario ABC. El cotejo, que fue postergado debido a los disturbios causados ​​por los movimientos independentistas catalanes, está otra vez bajo la mirada de los Comités de Defensa de la República Catalana (CDR).

ABC informó que los manifestantes catalanes tendrían un plan para paralizar Barcelona el día del partido, invitando incluso a los grupos anarquistas a participar.

“El encuentro Barcelona-Real Madrid está fijado para el miércoles 18 de diciembre, pero a menos de cuatro semanas de la fecha prevista, nadie puede asegurar con rotundidad y al cien por cien que el encuentro se vaya a jugar en un ambiente de cordialidad y normalidad”, destacó ABC.

El diario dijo que “los CDR mantienen su idea de boicotear el clásico del fútbol español. El cambio de fecha del partido no ha alterado ninguno de sus planes. Sencillamente, han llevado a cabo una actualización de los mismos con el objetivo de adecuar sus acciones”.

Tsunami Democràtic quiere aprovechar la oportunidad para movilizar y paralizar la ciudad de Barcelona, y como acción final poner en peligro el clásico. “Entre sus planes de sabotaje sobresale el autobús del Madrid en sus tres recorridos. Desde el aeropuerto hasta el hotel de concentración, desde ese hotel de concentración hasta el Camp Nou, y desde el Camp Nou hasta el aeropuerto, una vez ya finalizado el clásico”.

Según ABC “se tiene constancia que los CDR han pedido a los grupos antisistema y anarquistas que llegarán a Madrid durante la cumbre del cambio climático que no se marchen de España tras la finalización de esta, el viernes 13 de diciembre. Aprovechando la cercanía de fechas con el clásico, el objetivo es que estos grupos organizados y violentos viajen a la capital catalana para unirse a los CDR en su plan de boicot”.

El partido más visto en el mundo, con una audiencia potencial de 600 millones de telespectadores en más de 180 países, “es un escaparate muy goloso para la causa independentista radical”.