La honestidad de Marcelo.

El choque estaba 1 a 1 por los goles de Kimmich y Benzemá. Todavía faltaba más de un tiempo por disputa. El destino de la serie se mantenía en suspenso. Y la mano que cometió Marcelo adentro del área fue un factor determinante ignorado por el árbitro ya que el espectáculo se desnaturalizó.

“Me pega en la mano. Creo que fue penal, pero yo no hablo de los árbitros. Muchas veces han fallado en contra de nosotros, porque cuando nos favorecen yo no hablo. Fue difícil porque el árbitro tenía a muchos jugadores por delante, pero sería un mentiroso si digo que la pelota no pegó en mi mano”, dijo con una sonrisa burlona el brasileño en un acto de honestidad brutal.