El basquetbolista estadounidense Justin Ray Giddens fue echado de un club español debido a sus malos hábitos alimenticios

Su despido se originó en la falta de forma física adecuada para poder competir. El pasado 7 de enero se había incorporado procedente de un equipo polaco, con exceso de peso después de estar tres semanas sin entrenarse. El club le impuso un régimen de ejercicios personal para recuperar la forma, pero por goloso, ni siquiera llegó a debutar.

El norteamericano se dedicaba a fotografiar sus platos de cada día y sin prejuicios lo compartía en su red social a la vista de todo el mundo. Pero aquellas actitudes, lejos de causar gracia en los directivos del Power Electronics Valencia, fueron el detonante para despedirlo.

En su menú cotidiano, entre otras recetas, se encontraba un sándwich de varios pisos con huevo frito incluido, un suculento plato de pastas, patatas fritas, tostadas untadas y gaseosa. Una dieta que poco se asemeja a las sanas costumbres que debe respetar un deportista de élite o, al menos, en caso de despiste, no las hace explicitas por toda la web.

Giddens, ex escolta de los Celtics de Boston y los Knicks de Nueva York, se entregó a los placeres de la comida e incluso se jactó de ellos con sus comentarios en la red. Y el Valencia, un importante equipo que marcha sexto en la liga española y consiguió cinco victorias seguidas en la Euroliga, sin reparos decidió despedirlo de su plantel para no opacar su imagen.