Tan amigos como son, este año Rafa Nadal y Feliciano López decidieron no compartir casa en Londres para Wimbledon. Siguen estando todo el tiempo que pueden juntos, pero esta vez quisieron vivir por separado. Y la cuestión parece haberle traído suerte a Feliciano. Porque el toledano se convirtió en el compañero ideal del manacorí en los cuartos de final del tercer Grand Slam del año, una instancia que ambos jugarán este miércoles, en busca de conseguir algo histórico: tener dos representantes españoles en las semifinales de Wimbledon, una situación sin precedentes. Aunque para ello, antes, Rafa deberá vencer a Andy Murray y Feli, a Marat Safin.
El pase de Nadal a las semifinales se asume como una cuestión más asequible. El Nº 2 del mundo se enfrentará con el británico por cuarta vez, y hasta aquí, en todas salió victorioso.Es cierto que el 12º favorito llega envalentonado a este partido: ganó un partido apoteótico ante Richard Gasquet tras remontar dos sets de desventaja y, por primera vez en su carrera, alcanza los cuartos de final de un Grand Slam. Justo ante su público, ese que busca un ídolo para alentar tras varias décadas sin un representante local que llegue hasta las últimas instancias.
El apoyo de los espectadores en la pista central fue decisivo para la recuperación de Murray contra Gasquet. Sin embargo, eso no afectará a Rafa, con el espíritu templado para soportar no ser el favorito del público esta vez. Además, el mallorquín cada vez se siente mejor sobre la pista en hierba. Lo demuestra el gran triunfo que consiguió en octavos ante Youzhny, uno que siempre lo complica. Y aunque no siempre es conveniente mirar más allá del próximo partido, es imposible no advertir que, si vence a Murray, en semifinales se enfrentaría con un rival ‘accesible’ como Clement o Schuettler.