El Día Después captó el exacto momento en el que Lionel Messi se quedó petrificado, prácticamente sin reacción, después que el delantero de Boca Juniors, Darío Benedetto, abriera el clásico que definía la Copa Libertadores.
Su actitud tras el impacto en la red de Franco Armani es perfectamente reveladora de lo que quería “La Pulga” que sucediera en la contienda del Santiago Bernabéu.
Messi apenas hizo unos movimientos y gestos de sorpresa, luego permaneció casi inmóvil. Señal clara de que iba a favor de River Plate, el equipo al que había querido defender de chico.