Barcelona tiene un ídolo indiscutido, Lionel Messi, pero Luis Suárez se está metiendo partido a partido y gol a gol en la historia del Barça y en el corazón de sus hinchas. Precisamente ante la ausencia del argentino, este domingo el uruguayo se puso el peso del equipo en los hombros y fue la figura del clásico de España que culminó con una de las máximas goleadas en la historia a favor de los catalanes.
El 25 de octubre de 2014 debutó “Lucho”, cuatro años atrás y monedas. En cuatro años se metió entre los cinco goleadores del club. Una sanción que nada tenía que ver el Barcelona le impidió estar antes con el club, aportar con sus goles. Pero estos ya vendrían.
El 25 de noviembre de 2014 anotó su primer gol, en el partido por la UEFA Champions League contra Apoel en Chipro, en una temporada que terminaría convirtiendo 25 goles en 43 partidos, además de 21 asistencias.
En la segunda temporada en el club sumó 59 goles, el máximo en su carrera superando los 49 con Ajax en 2009-2010. Y con los 40 que anotó en LaLiga se llevó a su casa el Pichichi y la Bota de Oro.
En su cuarta campaña en el Barcelona metió 37 goles y en la última 31 para llegar a la presente temporada con 151 tantos en el club, a siete de la marca de Josep Escolà (158) que fue jugador del club entre los años 1934-1948 (10 años por una interrupción entre 1937 y 1939).
Pese al bajo registro goleador en los primeros encuentros, los siete tantos que lleva en los 13 juegos le permitieron meterse entre los cinco jugadores con más goles en la historia del club. En más de 100 años, con los tres tantos contra Real Madrid en la goleada 4-1 de este domingo quedó solo detrás de Lionel Messi (564), César Rodríguez (232), Ladislao Kubala (194) y Josep Samitier (184).
A 25 goles más arriba quedó el próximo escalón del “Pistolero”, que a este ritmo nadie duda que pueda superarlo e ir por el histórico goleador hungaro Kubala apenas 10 más arriba. Inalcanzable parece ya Messi, pero el tiempo dirá hasta dónde se anota Suárez entre los goleadores del Barça.