El suizo Roger Federer jugaba por cuarta vez en su carrera la final del Masters de Montecarlo. Pero en su estreno en una definición en el torno del Principado, Stanislas Wawrinka ganó el primer Masters 1000 de su carrera y se afirmó entre los mejores del tenis mundial.
Federer comenzó set arriba tras capturar el primer parcial por 6-4. Roger concretó un quiebre de los dos posibles y neutralizó la única posibilidad que Wawrinka tuvo para romperle el saque. Jugó con inteligencia y no se prendió en el intercambio constante que proponía Stan.
Pero la segunda manga, Wawrinka igualó el partido con solidez por 7-6. Generó tres chances de quiebre, y pesar de que solamente pudo concretar una y Federer también se llevó otra, Stan puso contra la cuerdas a Roger y liquidó el set en la tercera posibilidad que dispuso.
El nivel de Federer entró en caída libre, con reacciones lentas y golpes aislados. Wawrinka creció en paralelo. En el tercer set, Wawrinka volvió a dominar y rompió dos veces el saque de su rival y cerró el partido 6-2.
Tras perder dos finales de Masters 1000, en 2008 en Roma y en 2013 en Madrid, Wawrinka se impuso ante Federer y confirma que es la nueva amenaza del denominado ‘Big Four’ del tenis. Ese cuarteto compuesto por Nadal, Djokovic, Federer y Murray que se ha repartido 34 de los últimos 36 Masters 1000.
El título en el Australian Open le dio el salto de calidad a Wawrinka, que trepó al tercer lugar en la clasificación ATP y sueña con codearse con los mejores en las premiaciones. En este partido también estaba en juego el podio del ranking, y Stan logró el triunfo para sostenerse como el mejor suizo.
En cuanto al número cuatro del mundo, se llevó una sorpresa porque llegaba tras vencer al serbio Novak Djokovic, que era el defensor del trofeo. Roger le ganó en sets corridos por 7-5 y 6-2 y aprovechó que “Nole” jugó con dolor en la muñeca derecha. Antes, Stan eliminó al español David Ferrer por 6-1 y 7-6 (7/3).
De esta forma, la ATP vivió su primera final suiza desde que el propio Federer se enfrentara a Marc Rosset en el año 2000 en el Torneo de Marsella. El circuito ya habla de Wawrinka, no como el compañero de Federer, sino como su competidor.