Desde el comienzo del partido, la rusa, número 2 del planeta, trató de imponer la velocidad de su tenis, pero chocó con la regularidad de la asiática, quien había clasificado a la definición luego de que la estadounidense Serena Williams abandone el torneo antes de disputar la semifinal por molestias en su espalda.
Luego de un primer set peleado, la europea consiguió meterse en el partido ganando con autoridad los puntos que Na Li disputaba con su segundo servicio. La facilidad de Sharapova para jugar los games de saque de su rival hacían que la rusa comience el tercer set como favorita para llevarse el título.
En la manga deciciva, la lluvia apareció para cortar un partido emocionante: luego de 2 horas y 44 minutos, las tenistas debieron parar justo antes del tie-break que definía el certamen. Luego de un par de horas, Sharapova salió más decidida y no dejó que su rival encuentre ritmo, llevándose el desempate por 7-5.
En la premiación, mientras recibía su vigésima sexta coronación, la campeona reconoció que por el trámite del juego ninguna podía considerarse perdedora, ya que las dos mostraron su mejor tenis.