“Hay que tener cuidado con Andy Roddick. Él es un guerrero como nosotros y se transforma en la Copa Davis“. Estas palabras corresponden a Emilio Sánchez Vicario, capitán español. Con las estadísticas en la mano, el servicio del número uno yankee se dispara cada vez que representa a su país. “Esta vez, me ayuda la altura. La pelota viaja mucho más rápido que en los encuentros que se disputaron en Sevilla”, reconoce el tenista.
En la primera eliminatoria de 2004 ante Austria, concretamente en el segundo punto con Stefan Koubek, Roddick hizo el saque más rápido de la historia a 241,4 kilómetros por hora. Dos meses más tarde, batiría su propia marca, con pelota de partido, ante el sueco Bjorkman, que se tuvo que apartar para evitar un impacto a 244,7 km/h.
El bielorruso Vladimir Voltchkov fue la última víctima del cañonero americano en el camino de demolición hacia la final del torneo de la Ensaladera de La Cartuja. El marcador de velocidad se quedó en 249.4 km/h, un récord que perdura y perdurará en el tiempo. “Mi servicio es un don de Dios”, responde A-Rod cuando se le pregunta por su principal arma. El secreto está en la corta apertura y en su movimiento, prácticamente el mismo hacia atrás que el del lanzamiento del golpe. Eso activa más el efecto pliométrico. Juntar los pies hace que pierda estabilidad, pero también gana potencia. Antes de poner en juego la bola, relaja la muñeca para facilitar la aceleración de la punta de la raqueta. Y realiza una extensión de brazo izquierdo al lanzar la bola, que provoca una contracción del serrato, facilitando todavía más la potencia del tiro.
En Madrid, por los 700 metros de altura, el tenista amenaza con superar fácilmente la barrera de los 230 kilómetros por hora. David Ferrer se atreverá el viernes a ponerse delante, no en vano está considerado el mejor restador del planeta. En este sentido, el capitán del equipo español de Copa Davis, Emilio Sánchez Vicario, explica que su saque no es convencional: “realiza un movimiento muy corto. Eso aumenta la velocidad y además hace difícil la lectura. Para mí, Roddick es mucho mejor jugador que hace cuatro años. Sólo hace falta ver las mejoras que ha hecho con el revés. Lo que pasa es que ahora tiene delante a tres jugadores inalcanzables como Federer, Nadal y Djokovic”.
Fuente : Marca.es