Pelé admitió estar “triste” por los retrasos de las obras del Mundial

La palabra de Pelé es autorizada por ser el mejor jugador brasileño de todos los tiempos, y al mostrar su preocupación por el ataque de la selección de Brasil, es extraño que no haya mencionado a Neymar, uno de los mejores delanteros del mundo.

Aunque aseguró que tiene “confianza” en el equipo de Luiz Felipe Scolari, el astro brasileño precisó: “En todas las selecciones que ganaron el Mundial, teníamos una gran delantera, pero este año creo que por primera vez tenemos una selección mejor de la mitad para atrás”.

En un acto promocional en Río de Janeiro, consideró que el entrenador de la Canarinha y el coordinador técnico de la selección, Carlos Alberto Parreira, “tienen un poco de dificultad” para montar el ataque.

En vez de recordar a Neymar, posó la mirada en Fred, un experimentado artillero que juega sus últimos años de profesional. “Necesitamos recordar que Fred ya no es un niño. No podemos depender sólo de Fred”, señaló.

Pelé, de todos modos, recordó que Brasil ganó la Copa Confederaciones ante España “cuando nadie creía” en sus posibilidades.

“Pero claro que la Copa del Mundo es diferente”, advirtió el ex jugador, que señaló que las mejores selecciones son Alemania y España, “que tienen un equipo montado hace cinco años”.

Opinó también sobre el Mundial Brasil 2014, y dijo sentirse “triste” por los atrasos de su país en las obras. Argumentó que es “difícil” explicar sus causas.

“Es triste porque era una oportunidad para Brasil no sólo en términos de fútbol. Es una oportunidad para atraer turistas y facturar bastante, pero, infelizmente, estamos cojeando un poco”, declaró al diario O Estado de Sao Paulo.

El hombre tricampeón del mundo (1958, 1962 y 1970), se refirió una vez más a las masivas manifestaciones sociales que amenazan con repetirse durante la Copa del Mundo: “¿Vamos a hacer reivindicaciones? Vamos, pero vamos a reivindicar siempre, no ahora que tenemos este momento. El fútbol, el jugador, no tienen nada que ver con la administración política, con la corrupción”.

Más de un millón de personas protestaron durante la Copa Confederaciones contra la corrupción de la clase política, en demanda de mejores servicios públicos y con críticas al enorme gasto público en las obras para el Mundial y los Juegos de Río 2016.