Pablo Escobar también tenía sus protegidos en el mundo del fútbol.

Es difícil pensar que el director técnico del equipo Cerro Porteño, Leonel Álvarez, siendo jugador profesional, era amigo personal del capo de la droga Colombiana Pablo Escobar Gaviria. Eran tan amigos que el capo pidió que lo incluyeran en las filas del Atlético Nacional y la orden fue acatado en poco tiempo. En agradecimiento el jugador puso todo su empeño y el equipo logró ganar la copa en 1989.

De origen humilde este jugador desde muy temprana edad demostró su talento para el fútbol, después de demostrar su talento pudo ingresar a la selección de Antioquia donde empezó su verdadera carrera futbolística. Álvarez jugo en la selección Colombia y representó a su país en 2 mundiales Italia 1990 y Estados Unidos 1994.

Firmo contrato con Independiente Medellín, equipo del que los allegados a Pablo Escobar dicen que el capo narco era hincha de corazón. Allí estuvo cuatro años y luego pasó por otros nueve clubes, finalizando su carrera como futbolista en 2004, luego de 671 partidos como profesional. De su bautismo deportivo le quedó el cariño del narcotraficante, de quien fue un confeso admirador y a quien incluso visitó en La Catedral, la famosa cárcel en donde pasó sus días desde su entrega en julio de 1991 y hasta su fuga, en julio de 1992.

Entre 1987 y 1990 Leonel jugó en Atlético Nacional, el equipo que por entonces reunía a multitudes en Colombia. El conjunto de Francisco Maturana se consagró campeón de la Copa Libertadores en 1989 y en toda esa edición, cada vez que los Verdolagas jugaban en su estadio. El narco apelaba a los más bajos recursos para lograr sus objetivos: en el marco de ver a su club en lo más alto cuenta la leyenda que sobornó y amenazó a los árbitros de aquella final ante Olimpia de Paraguay (la terna argentina conformada por Juan Carlos Loustau, Francisco Lamolina y Jorge Romero) para que favorecieran a su equipo, finalmente campeón.

Como jugador del Atlético Nacional entraba al campo con una serpiente en el cuello, beneficio que solo podían acceder los protegidos por el capo Pablo Escobar. Por su parte el jugador jamás ocultó su lealtad al narcotraficante realizando declaraciones abiertas en documentales de cadenas internacionales.