Cancelado el primer mes de competencia por falta de acuerdos para eliminar el paro laboral, los datos alcanzan ya cifras espeluznantes, con afectaciones mayoritarias en los ingresos de los jugadores y la posibilidad de dejar en la calle a muchos empleados de tiendas, restaurantes, hoteles y trabajadores de servicios, entre otros.
Según el comisionado, David Stern, la cancelación de los partidos de pretemporada significó pérdidas de alrededor de 200 millones de dólares tanto para los propietarios como para los jugadores.
Ahora con la suspensión del primer mes de campaña, los propietarios dejan de ingresar cerca de un millón de dólares por partido, en tanto que los jugadores quedan sin 700 millones en salarios, de acuerdo con estimaciones de fuentes vinculadas a la liga.
“No sabemos las cifras exactas, pero estamos hablando de cientos de millones de dólares”, dijo Adam Silver, segundo de Stern en la dirección de la NBA. “Llevamos mucho tiempo calculando el impacto económico y sólo puedo decir que es enorme, devastador”.
Argumentando que la Liga perdió 300 millones de dólares en la temporada anterior y que 22 de los 30 equipos finalizaron con deudas, los dueños insisten en repartir las ganancias al 50 por ciento con los jugadores, que aceptaron reducir del 57 del acuerdo anterior al 52 en un nuevo y aún quimérico convenio laboral.
Las consecuencias resultan catastróficas también en negocios pequeños, hoteles y un amplio espectro de empleados, que son contratados durante la temporada que este año tenía previsto el inicio el 1 de noviembre y una extensión de seis meses con 82 partidos por franquicia.
“Este es un gran golpe para nuestros aficionados, que en definitiva son el aspecto primordial”, dijo el base de los Lakers Derek Fisher, presidente del sindicato de jugadores. “No tienen voz en esta lucha pero continuaremos haciendo esfuerzos para que puedan disfrutar del deporte”.
Una cancelación inicial de dos semanas dejó abiertas las puertas para intentar salvar el calendario completo, pero la suspensión del calendario durante un mes ha obligado a manejar otras variantes de 74, 70 y 50 partidos, siempre en dependencia de que aparezca el tan necesario fin del “lockout”.
La situación ha tomado tanta dimensión que la ciudad de Memphis, sede de los Grizzlies, está dando los primeros pasos para demandar a la NBA por las pérdidas en sus ingresos municipales por culpa del conflicto laboral.
Especialistas consideran que otras ciudades seguramente también tomarán acciones legales frente a la NBA, porque han dedicado dinero público a la construcción de instalaciones para la liga y no están recuperando esas inversiones.
“Tenemos que dar cuenta de las pérdidas que estamos sufriendo, de manera que esas pérdidas serán consideradas a medida que avancemos”, señaló Stern.
Y mientras la postergación continúa y las pérdidas son exorbitantes, los Dallas Mavericks tendrán que esperar para recibir el anillo de campeón en el debut de la temporada frente a los Chicago Bulls en fecha aún imprecisa.