La FIFA y Rusia reparten ganancias en partes desiguales.

La pregunta acerca de quién saca mayor beneficio económico con la organización de un evento de esta naturaleza, ya está largamente respondida. Diversos estudios coinciden en que el efecto positivo en la economía de los países anfitriones, si lo hay, es notoriamente menor al de la gran multinacional del fútbol.

El mayor beneficiado es la FIFA y la razón deriva de la forma en que se distribuyen las ganancias: las estrictas reglamentaciones que preceden al otorgamiento de una sede mundialista establecen por contrato que el 95% de lo que genera el evento entra a sus arcas y el 5% de las ganancias es para el anfitrión.

A partir de los ingresos generados por los mundiales anteriores, relevados de los estados financieros del ente rector del fútbol internacional, las ganancias potenciales de la FIFA fueron calculadas por la empresa suiza Swiss Appraisal, especializada en valoración de empresas y proyectos de inversión. Los principales ingresos por la Copa del Mundo se componen de la venta de los derechos de televisión, los ingresos por patrocinio, la venta de los derechos de licencia de marca y la venta de entradas para los partidos.

Por Rusia 2018, FIFA embolsará un monto récord de U$S 6.400 millones. En el Mundial de Brasil sus beneficios fueron de U$S 4.000 millones, muy por encima de Sudáfrica 2010 (1.800 millones) y Alemania 2016 (1.760 millones).

En cambio, el país organizador, que afronta todos los gastos relativos al evento, percibe una parte considerable de los ingresos de un rubro en especial: la venta de entradas. Brasil recibió de la FIFA U$S 453 millones de los 523 millones correspondientes a la venta de entradas, y para este Mundial de Rusia se prevé por dicho rubro una facturación de U$S 782 millones. Por tanto, Rusia podrá recuperar algo más de una décima parte de los gastos que afronta el organismo local al frente de la Copa. La cifra del gasto es superior a los U$S 6 mil millones, pero trepa a casi el doble si se toman en cuenta todas las inversiones, incluyendo a gobiernos regiona-les y a los privados.