Andy Murray se convirtió en el primer británico en ganar el torneo de Miami al vencer en la final al serbio Novak Djokovic, por 6-2 y 7-5, y sumar así su tercer título esta temporada, que le sirve para acechar aún más al jugador de Belgrado en la clasificación mundial.
Éste es el tercer título de Murray esta temporada, después de los logrados en Doha y Rotterdam. El escocés necesitó una hora y 42 minutos para imponerse al ganador del 2007 y es ahora mismo el único jugador que lleva tres entorchados en lo que va de año.
Con mucho calor y humedad, Murray fue el mejor de una extraña final, que empezó con Djokovic errático al dejar escapar a su rival hasta el 4-0 y ceder la manga en 33 minutos, y un segundo set en el que el serbio llegó a situarse con ventaja de 5-2 y sacar luego para ganar este parcial con 5-3. Pero Murray impidió lo que los 13.800 espectadores deseaban, un tercer set, y ganó cinco juegos seguidos para apuntillar su victoria.
Acaba así la temporada de pista dura, en la que Murray ha sacado buen provecho, pues además llegó a la final del primer Master 1000 en Indian Wells, y el jugador de Dunblane se sitúa ahora a sólo 170 puntos del tercer puesto de Djokovic, cuando aparece en escena la sesión de tierra batida. Su asalto parece preparado en los próximos dos meses porque Murray sólo perderá 520 puntos entre Montecarlo y Roland Garros, mientras que Djokovic defiende 2.800.
Después de ganar al suizo Roger Federer en tres sets en semifinales, Djokovic no sacó partido de esa inyección de moral, y en la final pareció demasiado tenso y dubitativo. Perder su servicio de entrada en ambos sets fue crucial para el resultado del encuentro. Además, el de Belgrado tuvo que llamar al fisio al comienzo del último parcial, pero con todo su derrota tiene un culpable, el buen juego y determinación de Murray.