Seis palabras sencillas,fueron las escritas por Lionel Messi cuando tenía 9 años y Antonela Roccuzzo solamente 8 años.La prima de su amigo Lucas Scaglia, quien lo había deslumbrado la misma tarde que la conoció.
Él era el hijo de un empleado de fábrica y ella del dueño de un supermercado. Jugaban a la orilla del Paraná desde donde veían pasar las embarcaciones y se declaraban en cartas un amor inocente. Tendrían que pasar más de 10 años para que esa frase se convirtiera en realidad y otros 10 más para que Antonela (la Negra, como la llaman sus amigas) sea oficialmente su esposa, tras la boda que se celebrará mañana en Rosario.
En 2005 una fatalidad los acercó. Una amiga íntima de Antonela murió a la salida de un boliche luego que la atropellara un conductor ebrio. “Antonela tenía 17 años y la pasó muy mal, estuvo varios días sin ir al colegio. Justo coincidió con uno de los viajes de Leo a su casa y, apenas se enteró, corrió para estar a su lado”, contó una amiga a la revista Para ti.
Pero todavía no era el momento, ella estaba de novia y con planes de estudiar Odontología (carrera que cambió enseguida por Comunicación Social) y él despegaba en el ámbito deportivo. Tuvieron que pasar dos años más para que el deseo del Messi niño se volviera real.
El Día del Amigo de 2007, ella les mostró a sus amigas un regalo que él le había dado (una Blackberry) y con ese pequeño detalle confirmó que estaban saliendo, esta vez de manera definitiva. Hubo alguna foto juntos, pero nada de confirmaciones públicas hasta los primeros meses de 2009.
El tiempo desde entonces cobró otra velocidad: en 2010, poco después del Mundial de Sudáfrica, Antonella se mudó con él a Castelldefels. En noviembre de 2012, nació su primer hijo, Thiago, y en 2015 el segundo, Mateo.
Ante ellos y más de 260 invitados darán el sí mañana en Rosario, más de 20 años después de esas tardes en las que jugaban frente al Paraná y se prometían un futuro juntos.
